Los trabajos de exploración habían concluido y los resultados arrojados permitían prever la existencia de un depósito de mineral suficiente para iniciar la construcción de obras de gran envergadura para la explotación en firme de los yacimientos. Peña Colorada inicia estudios para el nuevo plan de extracción.
Se construyó un camino carretero entre Colima y Minatitlán para transportar la maquinaria necesaria y el tendido de una línea de conducción para la energía eléctrica.
Asimismo, arrancó la construcción del ducto para la transportación de minerales, y finalmente se instaló en el puerto de Manzanillo la Planta Peletizadora (lugar donde se lleva a cabo el proceso de aglomeración del concentrado de hierro).
Con esta solución técnica, única en el país en ese momento, se aprovechaba la gravedad (+900 Mt.) como fuente de energía para trasladar el mineral desde Minatitlán a Manzanillo.
Luego, a petición expresa realizada por el entonces gobernador de Colima, Pablo Silva García, al presidente de la República, Luis Echeverría Álvarez, se aprobó que el Consorcio Peña Colorada adoptara dentro de su nombre al Benemérito de las Américas, Benito Juárez, siguiendo el ejemplo del proyecto de explotación siderúrgica “Las Truchas”, al que se le asignó el nombre del expresidente Lázaro Cárdenas.