El área de mantenimiento de Peña Colorada se transforma por la seguridad

Con un programa novedoso que modifica las estructuras neuronales para transformar conductas y creencias, se han logrado disminuir los actos inseguros e interiorizar la visión de seguridad de la empresa.

“¡Identifico la tarea, detecto peligros, elimino la exposición y actúo con seguridad!”, gritan al unísono, al iniciar cada turno, los colaboradores del área de Mantenimiento Móvil de Peña Colorada. Lo hacen con emoción, decididos y con un profundo convencimiento de que en la empresa la seguridad es un principio que se vive.

El área de Mantenimiento Mecánico y Eléctrico Móvil se ha transformado en un año: todo luce y es diferente; pero no solo es un espacio más ordenado y armonioso, también han mejorado los comportamientos y creencias de los colaboradores, repercutiendo incluso en su vida personal y familiar, coinciden los supervisores y trabajadores.

César Manuel Cárdenas, supervisor del área, describe el cambio propio y del personal como “muy grande y significativo”, pues lo que el mantra repetido indica es ya propio de cada jornada laboral: “antes de hacer un trabajo, inspeccionan primero lo que se va a realizar y luego se toman diferentes puntos de vista para ver cuál es la mejor forma de hacerlo; la forma de pensar y de hacer las cosas ha mejorado”.

Una vez que se construyó la nueva visión de seguridad: “¡En Peña Colorada la seguridad es un principio!, nuestro compromiso es eliminar o controlar la exposición al riesgo, en un entorno incluyente y colaborativo hacia la excelencia en seguridad”, el mayor reto era hacer un despliegue que permeara toda la estructura . 

Para ello, en mayo del 2021 inició la implementación del Programa “Trasformando conductas para siempre seguridad y salud”, cuyos primeros participantes fueron reconocidos en un evento el pasado mes de julio de 2022, donde el director general de la empresa, Arturo Tronco, celebró que este proyecto sea un fuerte empuje hacia la excelencia en seguridad.

“El tema de trabajar en la transformación de los comportamientos, como parte del despliegue de nuestra visión, es una iniciativa muy de Peña y que prueba el punto de que haber trabajado en  trasformar conductas es el paso que nos faltaba para llegar a un sistema de seguridad de clase mundial”. 

El programa se dividió en cuatro ejes. El primero de ellos es la capacitación, con 75 horas de entrenamiento para la totalidad de los colaboradores del área, es decir, 197 personas. 

Sobre este proceso, la directora del Instituto Amosli –organización encargada del proceso de enseñanza– Raquel Ramírez, explicó la importancia de la formación de nuevas redes neuronales para lograr la mejor versión de los trabajadores de Peña Colorada.

“Este proyecto irremediablemente lleva a que la persona sea más sana mental, emocional y físicamente, lleva a transformar su identidad y dar su mejor versión”, dijo.  

El segundo eje es la reunión de inicio de jornada, que ha adoptado elementos como la retroalimentación y escucha de integrantes y líderes, la gimnasia cerebral –que permite activar su mente y además divertirse– y la frase “IDEA” (Identificar, detectar, eliminar y actuar), que es ese mantra que reúne los elementos de la política de seguridad de la empresa. 

Jesús Figueroa, supervisor de mantenimiento, comparte que en su grupo sucedió “un cambio importante porque anteriormente cada inicio de jornada era ver qué teníamos pendientes, entregar trabajo y cada quien regresaba así como llegó, ahora tienen más entusiasmo, y se generó una confianza en el grupo que ahora ellos vigilan decididamente conductas de riesgo”.

El tercer eje del programa son las estrategias para incrementar la inteligencia y concentración, con señalizaciones, música y mensajes de audio; en los espacios del área se han compartido frases como: “solo en mi aquí y ahora lo más importante es mi seguridad, por eso puede detener actividades cuando el control de la exposición falla”, potenciando decididamente la aplicación de conductas seguras.

Y finalmente, el cuarto eje, es el proceso de seguimiento para confirmar que las actividades se realizaran de manera sistemática. En ese sentido, los resultados a un año de aplicado el programa muestran un cambio de identidad entre los trabajadores: con mayor seguridad en sí mismos, con más valores y principios, conscientes y convencidos de que son importantes y extraordinarios. 

Respecto a las creencias, se ha logrado interiorizar que la seguridad es parte del trabajo, que todos son capaces de analizar riesgos y decir no ante la exposición al riesgo, que la seguridad es propiedad para el bienestar físico y mental y que está en sus manos el evitar provocar accidentes.  

También se han registrado cambios personales: los empleados se muestran más abiertos a otras opiniones, pacientes, con mejor actitud, ordenados, cuidadosos y conscientes de su verdadera vocación. 

Y lo más importante: se ha logrado aumentar en un en 80 por ciento los actos seguros, a la par de que se ha interiorizado la visión de seguridad de la empresa. 

Para el director de Minas, Juardith Moncada, “lo fundamental de esto es que el programa trabaja en creencias y avalores, y con la Programación Neurolingüística logramos transformarlos hacia una cultura de seguridad”.

Ahora, los colaboradores de Mantenimiento tendrán un seguimiento puntual para continuar con el desdoblamiento de la visión de seguridad, además la empresa prospecta ampliar el programa hacia áreas como Molienda y Concentración, y luego a Peletizado. ¡Seguiremos transformándonos para siempre seguridad y salud!

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