Tres mujeres más se integran como sindicalizadas en Peña Colorada

En esta cuarta de cinco entregas de “La inclusión se vive” se presentan los testimonios de Rosario, Brenda y Yuliana quienes, como personal sindicalizado, ya construyen su trayectoria en Peña Colorada. También explicamos el programa FPO, que busca garantizar la seguridad de las nuevas colaboradoras.

Rosario, Brenda y Yuliana son tres mujeres más que se han integrado como personal sindicalizado a Peña Colorada; sus experiencias son similares: han superado sus propios miedos al ser pioneras femeninas en el mundo de la minería y han encontrado en la empresa una oportunidad para desarrollarse personal y profesionalmente.

“Las mujeres, así como nuestras antiguas madres, sí podemos, así sea trabajo rudo, difícil, sí se puede”. 

Rosario Deniz, originaria de Telcruz, Jalisco, pasó diez años de su vida como ama de casa, pero después de enviudar tuvo que salir a buscar un trabajo para sostener a su hijo. Tocó puertas con diferentes empresas contratistas sabiendo que sería difícil encontrar empleo, por no tener experiencia laboral. 

Recuerda que recibió su primera oportunidad en trabajos múltiples de limpieza hasta llegar a ser la encargada de un almacén de combustibles y sustancias peligrosas en la Planta de pastas.

Rosario se preguntó porqué no había mujeres sindicalizadas en Peña Colorada, y encontró que no existía una norma que dijera que las mujeres no pudieran entrar a trabajar. Las mujeres, así como nuestras antiguas madres, sí podemos, así sea trabajo rudo, difícil, sí se puede”. 

Así que cuando se enteró que contratarían mujeres supo lo que tenía que hacer. Rosario comenzó a trabajar en la mina el 27 de junio del 2022. Por lo que hace, su hijo de once años le puso un cariñoso apodo: “mamá de hierro”. Para seguirse superando, ahora estudia Ingeniería industrial en el INTEC.

Por su parte, Brenda Aguilar trabajó en una empresa contratista de grúas donde sus compañeros le platicaban acerca de mujeres que trabajaban en minas en otras partes del país, lo cual acrecentó su inquietud y, cuando se abrió la convocatoria en Peña Colorada, tomó la oportunidad.

A pesar de que ella misma consideraba imposible que una mujer pudiera realizar el trabajo de minería, Brenda se puso a prueba y entró a trabajar el 24 de septiembre del 2022. En la empresa también trabajan sus dos hermanos, por lo que conocía a muchos de los trabajadores, “me sentí cómoda, como en casa, al entrar”.

A pesar de las experiencias difíciles por las que ha tenido que pasar, todos los trabajos le han representado un nuevo aprendizaje: “soy una mujer muy perseverante; no me limito a nada. Estoy enamorada de mi trabajo, me siento plena y se lo hago saber a mis hijas”.

“soy una mujer muy perseverante; no me limito a nada. Estoy enamorada de mi trabajo, me siento plena y se lo hago saber a mis hijas”.
“He tenido que demostrar que sí puedo hacer las cosas; como mujeres siempre debemos demostrar que sí sabemos. Todo lleva su tiempo, es por ello que debe haber paciencia pues poco a poco es como se van acumulando los conocimientos”.

En el caso de Yuliana Vargas, ella proviene de una familia minera. Cuando escuchó que estaban contratando mujeres para el sindicato, fue su padre el que la alentó para llenar la solicitud

Antes de entrar a molienda, trabajó como contratista en seguridad, donde poco a poco fue adquiriendo todos aquellos conocimientos que le compartían sus compañeros. 

Fue el 10 de octubre del año pasado que Yuliana entró como sindicalizada en Peña Colorada, en su equipo es la única mujer dentro de un grupo de diez; no obstante, asegura que no le da miedo trabajar con hombres puesto que desde los 18 años ha tenido que tratar con compañeros hombres en sus trabajos anteriores. 

Como madre de una niña de doce años que ve a su madre con estima ante la labor que realiza, Yuliana asegura que se suele subestimar a la mujer en este tipo de empleos, haciendo que ellas tengan que esforzarse más para probar su valía. 

Siendo las tres trabajadoras madres de familia, la importancia de alentar a más mujeres a inmiscuirse en trabajos en los que no se creen capaces de realizar resulta primordial. 

“A todas las mujeres les digo que yo me rijo por lo que dice la autora Indira Gandhi: es primero liberarse las mujeres por sí mismas, no para rivalizar con los hombres, sino liberarse para aprender con personalidad. Sí se puede, sí se puede, sí se puede”, comenta Rosario.

Brenda se expresa con el mismo ánimo: “cuando uno se fija una meta, un sueño, cuando luchas día a día, uno siempre encuentra una solución. Hay que seguir adelante, hay que ser un ejemplo ante la familia, ante la sociedad, ante todos. No debemos quedarnos en el hubiera porque el hubiera no existe”

Yuliana comparte el sentir de sus compañeras: “hay que intentar las cosas si en realidad nos gustan y nos apasionan, así podemos lograr cumplir nuestros sueños. Una vez que estás adentro te ilusionan muchas cosas que antes veías muy lejos”.

 

Rosario, Brenda y Yuliana forman parte del programa Formación de Personal Operativo (FPO), desarrollado recientemente por Peña Colorada con la intención de asegurar la integridad de los colaboradores de nuevo ingreso.

Los trabajadores que llevan menos de un año en la empresa son identificados con un casco gris, de manera que el resto del personal sepa que se debe prestar especial atención a esos compañeros.

Ese casco gris, cuando recién entran tiene un adhesivo o sticker rojo, el cual sirve para indicar que sólo pueden estar en aulas y comedores. 

Cuando capacitación manda al personal a las áreas operativas, utilizan un sticker amarillo, lo cual indica que deben estar en dicha área con un tutor que los capacitará en sus labores, pero únicamente observando. 

Por último, se les entrega un sticker verde que significa que, si bien continúa estando bajo las órdenes de un tutor, el trabajador ya puede realizar sus actividades correspondientes.

A su debido tiempo se les realiza una evaluación. Si aprueban, se les otorga un casco gris sin sticker y en su primer año se les hace el cambio por uno rojo que oficializa su total integración a la organización.

El programa no se contrapone a sus derechos laborales, sino que es una manera de formar a los colaboradores sindicalizados y evitar posibles riesgos que atenten contra la seguridad de todo el personal.

Así, Peña Colorada asegura que el ambiente laboral sea el más conveniente para el buen funcionamiento de la empresa, velando por la equidad de oportunidades y por el bienestar de todos y cada uno de sus trabajadores.

Verified by MonsterInsights